Al momento de **diseñar una aplicación móvil**, inicialmente se debe tomar en consideración, para que tipo de sistema operativo será destinado su funcionamiento, en la actualidad se pueden mencionar tres tipos de sistemas (Windows Phone, iOS o Android), entre los cuales el desarrollador deberá seleccionar una de ellas para iniciar la construcción de su **app móvil**.
En este sentido, después de este importante paso de selección, al tener un formato destino exclusivo para **app móviles para Android**, siendo este es el sistema más utilizado por los dispositivos móviles actualmente, y a su vez uno de los más vulnerables cuando se habla acerca del tema de la seguridad, por eso presenta ciertas particularidades en el sistema de permisos que utiliza cuando algún desarrollador quiere crear una nueva aplicación.
Por otra parte, Para lograr el acceso a la información del dispositivo y las características de seguridad es necesario utilizar la **API de Android** que es controlada por un sistema de permisos que el usuario va a poder ver en el momento que está instalando la aplicación, de tal forma que cualquier solicitud la aplicación deberá mostrarnos sobre que va a tomar el control de tal forma que se puede decidir si se autoriza la aplicación o si se decide cancelar el proceso de instalación.
Seguidamente, hay que elegir la versión del sistema para la que deseamos realizar la aplicación cuando se ha lanzado una nueva plataforma, siempre ha sido compatible con las versiones anteriores. Es decir, solo se añaden nuevas funcionalidades, y en el caso de modificar alguna funcionalidad, no se elimina, sino que se etiqueta como obsoleta, pero se puede continuar utilizando.
Los aspectos más importantes a considerar al momento de desarrollar una **app móvil** es que sea un desarrollo seguro para el usuario y no dejar la aplicación abierta con permisos innecesarios que aumenten las posibilidades que tengan algún fallo o se conviertan en una vulnerabilidad de seguridad.