Para desarrollar un producto de software, el equipo de ingenieros o desarrolladores debe seguir una estructura clara, una serie de pasos en los que cada integrante del equipo tenga definida su participación. De esto básicamente se trata el desarrollo ágil de software.
En este tipo de metodología de desarrollo de software, el equipo se compone como un Scrum y trabajan por sprints, siguiendo una serie de tareas todas detalladas y organizadas para maximizar el trabajo de cada miembro y terminar el proyecto dentro del plazo establecido previamente con el cliente o la empresa contratante.
Es la etapa inicial, cuando el líder del equipo se reunirá con el dueño del producto y determinarán el alcance del proyecto, además de dejar claro los aspectos claves que deben estar presentes en la aplicación o tecnología que se esté trabajando.
Se recomienda para el cliente dejar los requerimientos y aspectos del producto al mínimo, definir de inmediato la estructura básica, ya que los detalles y demás funciones pueden irse añadiendo durante el proceso de desarrollo.
Al tener un concepto definido, se puede iniciar a conformar el equipo de desarrollo de software encargado del mismo. Luego de elegir a las mejores personas para el proyecto, además de asegurarse tengan las herramientas necesarias para poder completarlo, se inicia el proceso del diseño.
Durante el diseño, el equipo de desarrollo creará una maqueta de la interfaz de usuario y definirá la arquitectura del proyecto. Es importante el aporte de la parte interesada en el proyecto para dejar bien definido todo lo que se debe crear e integrar al proyecto.
Es la fase de trabajo, cuando todo el equipo de desarrollo construye el producto. Es la fase más larga. Los desarrolladores trabajan junto a los diseñadores UX para crear la interfaz de usuario que cumpla con los requisitos del cliente, además de las funciones necesarias para satisfacer las necesidades del usuario.
Un objetivo general es tener una fase básica producto al final del primer sprint, así el cliente lo puede probar y dar sus opiniones, además de hacer cualquier ajuste a los errores que presente. Esta etapa es una piedra angular del desarrollo de software Agile, que permite a los desarrolladores crear software que funcione rápidamente y realizar mejoras para satisfacer al cliente.
Llegamos a las etapas finales. Una vez esté listo el producto, el equipo de control de calidad entra a probar absolutamente todo: deben asegurarse de que el software sea funcional, el código esté limpio, detectar a tiempo posibles errores y cualquier cosa que afecte la experiencia del usuario. Además, se hará la documentación para el usuario y al tener todo listo, el producto será lanzado al mercado.
El equipo de desarrollo seguirá al pendiente del producto, dando el mantenimiento necesario con el pasar del tiempo, además de actualizarlo cada vez que lo necesite, adaptándose a nuevos dispositivos tecnológicos y a las tendencias del momento.
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