Como continuación de mi post anterior acerca de "Muchas opciones no siempre es lo mejor para el visitante", hoy quiero compartir otra manera de hacer los sitios que diseñamos más atractivos y eficientes al transmitir información a los visitantes. Imaginemos que tenemos un producto con beneficios increíbles, nuevas funcionalidades, y queremos venderlo.
Intentamos explicar sus características de la manera más clara para que los visitantes lo comprendan y, con suerte, compren el producto o se suscriban. De eso se trata este artículo: explicar nuestro producto en forma de historia.
Hemos visto ejemplos de esto, como en el caso de Dropbox. Nuestro cerebro procesa mejor la información en forma de historia. Estos videos son efectivos porque presentan la información como un relato fácil de entender. De acuerdo con la Dr. Susan Weinschenk, "La investigación muestra que cuando a una persona le cuentan una historia, el cerebro reacciona como si fuera el personaje de la historia. El individuo está, en esencia, experimentando lo que la persona en la historia está experimentando".
Es fácil relacionarse con las situaciones que se presentan en estos videos porque probablemente hemos vivido experiencias similares, y vemos la historia como si fuera nuestra propia experiencia la que se narra. Si la historia logra tocar el lado emocional de la audiencia, el efecto es aún mayor. Cuando nos involucramos emocionalmente en una historia, tendemos a identificarnos y ponernos en los zapatos del protagonista; es algo natural.
Los beneficios de usar historias para comunicarse son claros:
Este conocimiento no solo se limita a vender un producto; puede aplicarse en presentaciones, sitios web, videos, y mucho más. Explicar conceptos en forma de historia es una estrategia poderosa para captar la atención y conectar emocionalmente con la audiencia.