La diversidad en la industria tecnológica es crucial para impulsar la innovación y el crecimiento. En un sector caracterizado por el cambio constante y la creatividad, la inclusión de diferentes perspectivas y experiencias es esencial para desarrollar soluciones más completas y adaptables.
En este contexto, el papel de la mujer ha sido fundamental. A lo largo de los años, las mujeres han contribuido significativamente al avance tecnológico, desafiando barreras y superando estereotipos.
Su participación no solo enriquece los equipos de trabajo, sino que también fomenta una mayor equidad y colaboración, aspectos clave para el éxito en la industria. Promover la inclusión y el liderazgo femenino no es solo una cuestión de justicia, sino una estrategia clave para el progreso y la competitividad en el ámbito tecnológico.
“Durante la última década, las mujeres han logrado avances importantes en todos los niveles de la cadena de mando corporativa (especialmente en la alta dirección). Sin embargo, el progreso es sorprendentemente frágil, especialmente para las mujeres de color que siguen estando subrepresentadas en todos los niveles y que consideran que el género y la raza son obstáculos para su progreso”, señalaron al respecto en el más reciente informe de Women in Workplace publicado por la firma McKinsey.
Algo destacable de este informe–en el que se encuestaron a 15 mil empleados de 281 empresas–es que, en los últimos 10 años, ciertamente ha aumentado la representación de las mujeres en los cargos directivos, aunque no tan rápido como se desearía: las mujeres actualmente ocupan el 29% de los cargos directivos, frente al 17% que representaban en 2015.
Y agregaron en el informe: “Al ritmo actual de progreso, las mujeres blancas tardarían 22 años en alcanzar la paridad—y se necesitaría más del doble de tiempo para las mujeres de color”, un dato preocupante y que debe motivar a las compañías globales a trabajar más duro por lograr paridad entre mujeres y hombres en la industria tecnológica.
Cuando hablamos de la presencia de la mujer en la industria tecnológica, la situación es aún más preocupante: tan solo el 11% de las mujeres ocupan puestos directivos, de acuerdo con estadísticas compartidas por Forbes.
Hay muchas razones que impiden que el crecimiento de las mujeres sea mucho más lento en el área de tecnología: “Los prejuicios de género, la falta de mentoría y el acceso limitado a oportunidades de desarrollo profesional son solo algunos de los principales desafíos. Estos pueden obstaculizar el crecimiento profesional y contribuir a las altas tasas de deserción entre las mujeres en tecnología”, explicaron en el mismo artículo.
Skillsoft realizó el reporte Women in Tech, en el que hicieron énfasis en la formación no solo en habilidades técnicas sino también en habilidades blandas y de liderazgo. La directora de operaciones de la firma, Ciara Harrington, afirma que para ellos son igual de importantes ambas habilidades: “Parte de esto significa que hay capacitación técnica y capacitación en habilidades de poder. Y las dos juntas son igualmente importantes”.
La desigualdad de género en la industria tecnológica no se limita solo a la educación, sino que también se manifiesta en los ascensos profesionales. De acuerdo con un informe de McKinsey, por cada 100 hombres que ascienden a cargos directivos en todas las industrias, solo 86 mujeres logran el mismo avance.
Sin embargo, en el sector tecnológico, esta cifra baja drásticamente a solo 52 mujeres promovidas, lo que revela un preocupante sesgo en las oportunidades de crecimiento profesional para las mujeres. Este desequilibrio en la promoción no solo impide la equidad en los equipos de liderazgo, sino que también contribuye a la falta de representación femenina en los niveles más altos de la industria.
A pesar de que la participación femenina en los niveles iniciales de la tecnología ha mejorado, sigue habiendo disparidades. Según el mismo informe de McKinsey, el 32 % de los puestos en hardware tecnológico de nivel inicial están ocupados por mujeres, mientras que en software, las mujeres representan el 43 %. Aunque estas cifras muestran cierta representación, la brecha sigue siendo evidente, especialmente en posiciones más avanzadas.
A pesar de los avances en la educación tecnológica en las últimas tres décadas, la participación de las mujeres en campos como la ciencia de la computación sigue siendo significativamente baja. Si bien las titulaciones en carreras tecnológicas han crecido un 79% en EE.UU., las mujeres solo representan el 18% de los nuevos graduados en ciencias de la computación, una cifra preocupante que destaca la persistente brecha de género en la industria.
Esta disparidad es aún más pronunciada entre mujeres de grupos minoritarios. Según datos de Women in Tech Network, citados por la revista CIO, las mujeres negras e hispanas representan solo el 6% de los títulos en este campo. Esta subrepresentación no solo limita las oportunidades para muchas mujeres talentosas, sino que también priva a la industria de una diversidad crucial para la innovación.
Las mujeres en la industria tecnológica enfrentan una mayor vulnerabilidad ante los despidos en comparación con los hombres. De hecho, tienen 1,6 veces más probabilidades de ser despedidas, a menudo debido a su menor antigüedad en las empresas. Esta situación se agrava por el hecho de que muchas mujeres en el sector de tecnología, medios y telecomunicaciones (TMT) consideran abandonar sus empleos.
Según datos recientes, el 57 % de las mujeres en este sector planea dejar sus trabajos en los próximos dos años, citando un deficiente equilibrio entre el trabajo y la vida personal como una de las principales razones.
Además, los despidos tecnológicos de 2022 afectaron de manera desproporcionada a las mujeres. Un estudio realizado por WomenTech Network, que analizó 4912 perfiles de 54 empresas, reveló que el 69,2 % de las personas despedidas fueron mujeres. Esta desbalanceada afectación refleja no solo una mayor inestabilidad laboral para las mujeres, sino también la persistente falta de igualdad en un sector que aún lucha por ofrecer un entorno más inclusivo y equitativo para el talento femenino.
La industria tecnológica, a pesar de sus avances y su papel central en la economía global, aún enfrenta importantes desafíos en términos de diversidad e igualdad de género. Las brechas en la representación femenina, tanto en los niveles educativos como en el acceso a cargos directivos, junto con la mayor vulnerabilidad de las mujeres ante los despidos, son problemas que limitan el potencial de innovación y crecimiento del sector.
Fomentar un entorno más inclusivo, donde las mujeres tengan las mismas oportunidades de ascenso y estabilidad laboral que los hombres, es crucial para garantizar un futuro más equitativo y próspero en la tecnología. Las empresas deben tomar medidas proactivas para eliminar los obstáculos que enfrentan las mujeres y promover políticas que faciliten la conciliación entre la vida profesional y personal, para retener y empoderar el talento femenino que es esencial para el progreso de la industria.