Esta semana estuve investigando cómo mejorar la experiencia de los usuarios al usar sitios web. A menudo, uno puede pensar que basta con hacer un buen trabajo en aspectos estéticos como el tamaño del texto, el contraste de los colores y los márgenes entre bloques, pero hace falta más que solo pixeles.
Es crucial que el sitio web sea fácil de usar para el usuario. Algunas preguntas importantes a considerar son:
Diseñar pensando en estos factores es crítico, pero también es esencial asegurarse de que el visitante realice las acciones que deseamos. Es decir, debemos preguntarnos:
Hacer más que simplemente diseñar con un buen balance de colores y textos claros es necesario. Se debe guiar al usuario.
Una conclusión que me llamó mucho la atención es que, si las personas tienen muchas opciones para escoger, no escogerán ninguna. Este hallazgo proviene de un estudio realizado por Sheena Iyengar, PhD, en el año 2000. En su experimento en un supermercado, colocó dos mesas: una con 6 envases de distintos sabores de mermelada y otra con 24 envases. Midió cuánta gente se acercó a las mesas y, finalmente, cuántas personas compraron la mermelada. Los resultados mostraron que un 30% de las personas que se acercaron a la primera mesa compraron la mermelada, en comparación con solo un 3% que compraron mermeladas de la segunda mesa.
Este concepto es aplicable al diseño de sitios web, especialmente en tablas de precios. Por ejemplo:
Este enfoque no se limita solo a las tablas de precios; puede aplicarse en todo el sitio donde el usuario deba tomar una decisión: botones de registro, enlaces a redes sociales, suscripciones, etc.