Es cierto que trabajar con un partner tecnológico puede ser lo mejor que le puede pasar a tu empresa para desarrollar sus proyectos con agilidad y máxima calidad, pero también pueden surgir problemas que pueden convertir todo en una pesadilla.
Que no cunda el pánico, aquí te explicaremos varias situaciones que pueden surgir con tu partner tecnológico y qué hacer en cada caso.
Al inicio de la relación de trabajo entre una empresa y un partner, es normal desconocer los roles y responsabilidades de cada uno de los integrantes del equipo in-house. Por supuesto, apenas está comenzando el desarrollo del proyecto. En esta etapa, puede suceder que los colaboradores no sepan cómo plantear las dudas que tienen ni a quién, creando confusión y retrasos en la ejecución de tareas.
En este caso, en Rootstack consideramos que la creación de un manual de comunicaciones y procedimientos es fundamental para orientar al socio tecnológico sobre el funcionamiento de la empresa y a quién puede contactar para una consulta o solicitud. Por ejemplo, el gerente de operaciones de una empresa puede ofrecer capacitación al equipo del socio explicando la estructura de la compañía, dejando claros los canales de comunicación disponibles y cuáles utilizar en función de la urgencia del asunto.
Ante tareas de gran complejidad técnica o dependencia empresarial, es normal que surjan algunas dudas. Si el colaborador no se comunica de manera efectiva o asertiva, puede causar retrasos en el proyecto al no tener clara la tarea o al ejecutarla de manera inadecuada, afectando el alcance del proyecto.
En nuestro equipo ponemos mucho énfasis en la importancia de preguntar, de hablar ante una duda, por muy básica y tonta que parezca. Es mejor hacer una pregunta que corregir un error que pudo haberse evitado. Además, al aclarar dudas, todo el equipo es consciente de lo que hay que hacer para alcanzar los objetivos generales del proyecto.
Trabajar con un recurso externo, fuera de las oficinas de la empresa, puede generar algunos problemas de comunicación. Por ejemplo, intentar ponerse en contacto con un colaborador y que no responda por chat, correo electrónico o llamada.
Desde el primer día de trabajo, la empresa debe dejar claro al socio qué canales de comunicación interna se utilizarán para gestionar todas las tareas y requerimientos. Asimismo, se debe establecer el horario laboral y enfatizar que en ese período de tiempo el colaborador debe estar disponible en dichos canales.
Cuando el socio entrega los informes de las tareas realizadas al final del sprint y no recibe retroalimentación de la empresa, puede generar retrasos en las tareas del próximo sprint si existe alguna dependencia entre ellas.
Debe existir un compromiso entre la empresa y el partner de cumplir con la planificación del proyecto. Esto significa que el partner debe ser puntual con los entregables de cada sprint y la empresa debe comprometerse a revisar cada uno de ellos a tiempo para dar la retroalimentación correspondiente. Comprometerse con la planificación contribuye al logro de los objetivos del proyecto.