Un lenguaje de programación de 1980, comúnmente utilizado en iOS y API,
funciona mejor con C++ y Objective-C++ y presenta soporte mejorado para insertar marcos binarios.
Muchas aplicaciones de iOS y macOS desarrolladas antes del lanzamiento de Swift (2014) aún están escritas completamente en Objective-C. Empresas que mantienen estas aplicaciones continúan usando Objective-C para actualizar características, corregir errores y garantizar compatibilidad con versiones más recientes de los sistemas operativos de Apple.
Objective-C es imprescindible para proyectos que dependen de bibliotecas antiguas o frameworks externos escritos en este lenguaje. Además, debido a su interoperabilidad con C, es útil para trabajar con bibliotecas nativas de C o para proyectos que requieren un nivel más bajo de acceso al hardware.
Empresas que desarrollan frameworks como React Native o Xamarin integran Objective-C para interactuar con las API nativas de iOS. Por ejemplo, en React Native, los módulos personalizados y las interacciones con componentes nativos a menudo requieren escribir código en Objective-C.
Algunas empresas utilizan Objective-C para crear herramientas internas específicas o personalizaciones avanzadas de macOS, ya que es el lenguaje nativo para interactuar con API avanzadas de macOS, como Core Foundation, AppKit o Quartz.
Objective C se esfuerza por facilitar la codificación.
Objective C se esfuerza por facilitar la codificación.
Objective C es parte de uno de los lenguajes de programación más populares del mundo.
Posee características dinámicas en su funcionamiento, como el método swizzling.