El “profiling” o análisis de rendimiento es una práctica importantísima cuando se está trabajando con data o aplicaciones, ya que permite optimizar el rendimiento en ambos sentidos, proporcionando una mejor experiencia de usuario y haciendo que las aplicaciones funcionen de forma más eficiente.
Por ejemplo, si se trabaja con data, el profiling debería ser el primer paso antes de realizar cualquier migración de la data de un proyecto, ya que ayuda a los project managers a entender más profundamente las fuentes de data que serán migradas. “Ayuda a descubrir inconsistencias en la data, redundancias y errores que pueden causar problemas críticos en una etapa avanzada del proyecto”, explicó al respecto un uniforme de la compañía Astera.
Si hablamos del profiling en las aplicaciones, también es una etapa esencial para garantizar el rendimiento óptimo de las plataformas. “Es una parte esencial del desarrollo de las aplicaciones, donde la optimización del rendimiento y la eficiencia de los recursos son importantes”, detalló al respecto un artículo de Instana.
“Es útil para solucionar problemas de rendimiento y fallas (...) ya que proporcionan detalles sobre la ejecución del código, que de otro modo no estarían disponibles a través del registro y la instrumentación del código”, agregaron.
“Se comprueba si el sistema es capaz de asumir la carga esperada, con tiempos de respuesta aceptables y consumos de recursos que no pongan en peligro la producción”, enfatizó el portal Digital Business Assurance.
Se obtienen los límites de funcionamiento del sistema y los elementos que limitan el rendimiento dentro de la plataforma.
Permiten garantizar el correcto uso de los recursos por parte de la aplicación durante un periodo prolongado de tiempo.
Se comprueba el comportamiento del sistema ante cambios bruscos en la carga.
Es un servicio para monitorear las aplicaciones en la nube, que se encarga de recopilar eventos y métricas de los componentes de la aplicación tales como servidores, la base de datos y servicios en general, en tiempo real.
Luego esta información la condensa, la organiza y la proporciona a los usuarios para que nosotros la podamos ver y consultar a detalle. Con esto, se puede analizar el estado de la infraestructura de la aplicación que está siendo monitoreada.
Data Dog nos proporciona bastante información sobre el rendimiento que está teniendo el backend de la aplicación, que pueden ser el número de solicitudes que se han hecho a la aplicación; la latencia, que se refiere al tiempo que demora la aplicación a una solicitud; el número de errores y el dónde se ha invertido el tiempo, que puede ser en funcionalidades del código o en consultas a la base de datos.
Lo más importante es identificar en dónde se está yendo el tiempo, para los casos que sean llamativos, y se identifiquen como un problema de rendimiento.
Data Dog identifica qué está tardando más dentro de toda la aplicación y dónde se está ocupando más el tiempo, si es en el código o en consultas a la base de datos.
Se puede seleccionar el lapso de tiempo que se quiere evaluar del performance de la aplicación.
Hay un listado que muestra todos los endpoints que son parte del backend de la aplicación y cada uno de los endpoints puede medirse por número de solicitudes que se han hecho para ese endpoint, el total del tiempo que se consumió cuando ese endpoint se ejecutó, la latencia promedio, la latencia máxima y la tasa de solicitudes por segundo.
Infraestructura: la compañía podrá tener “visibilidad completa del rendimiento de la infraestructura con una implementación sin esfuerzo, un mantenimiento mínimo y una amplitud de cobertura sin igual”, detalló Data Dog en su website.
Contenedores: esta funcionalidad provee también una visibilidad “multidimensional” de los contenedores. Data Dog es capaz de “detectar e investigar problemas en cada capa de sus clústeres”.
Network Performance: se trata de ver el rendimiento de las redes locales y en la nube de la compañía, así como el estado de los dispositivos básicos.
Real User: acá está enfocado en monitorear el recorrido de los usuarios para aplicaciones web y móviles.
Estarían dándole importancia a la experiencia que va a tener el usuario cuando esté usando la aplicación, porque al final un sitio web va a ser utilizado por personas y la compañía quiere que esas personas tengan una buena experiencia utilizando sus plataformas, los servicios que ellos están ofreciendo.
Entonces, los tiempos de respuesta que se le deben ofrecer a los usuarios deberían ser mínimos. En promedio, los usuarios no esperan mucho cuando están navegando en un sitio web. Si tarda más de 10 o 20 segundos en cargar, es probable que el usuario no espere más y lo cierre.
Para ofrecer una óptima experiencia a todos los usuarios que vayan a hacer uso de la plataforma, de los servicios, hay que prestarle atención al rendimiento, a los tiempos de respuesta que mis servicios están ofreciendo a mis clientes.
Con la información que proporciona Data Dog, ya que está recopilando información en tiempo real, yo se puede ver cuáles son los endpoints que más se consultan. También se pueden identificar problemas propios de la aplicación.
La experiencia de usuario es lo fundamental cuando se trata de crear una aplicación y que sea exitosa. Si la experiencia es mala, si el usuario no encuentra lo que busca o si tiene que esperar demasiado para que cargue una plataforma, lo vas a perder como cliente y no volverá a tu aplicación después de esta situación engorrosa.
De ahí la importancia de hacer un constante monitoreo y análisis al rendimiento de las aplicaciones, para detectar a tiempo esos errores e inconsistencias y trabajar siempre en la mejora continua de las plataformas.