La metodología ágil es un conjunto de principios para el desarrollo de software que permite que los requisitos y las soluciones evolucionen a través de la colaboración de equipos autoorganizados y multifuncionales.
Se basa en la premisa de que el desarrollo de software es un proceso dinámico y cambiante que debe adaptarse rápidamente a las necesidades del cliente y a las condiciones del mercado. El Manifiesto Ágil, creado en 2001, enfatiza la flexibilidad, la colaboración con el cliente y la entrega continua de software funcional.
La metodología ágil tiene sus raíces a finales del siglo XX, cuando los desarrolladores de software comenzaron a buscar alternativas a los métodos tradicionales, como el modelo Waterfall. En 2001, un grupo de 17 desarrolladores se reunió para discutir mejores prácticas y formular el Manifiesto Ágil. Este documento no solo define los principios del desarrollo ágil, sino que también promueve una cultura de trabajo colaborativa y adaptativa.
Este whitepaper tiene como objetivo explorar la importancia de la metodología ágil en el desarrollo de software moderno, analizando sus principios, beneficios, desafíos y tendencias futuras. A medida que las empresas enfrentan un entorno empresarial cada vez más complejo y dinámico, la adopción de prácticas ágiles se vuelve esencial para el éxito.