El outsourcing es uno de los mercados más grandes dentro de la industria de TI, alcanzando un valor global de 85.6 mil millones de dólares en el último año. Esto, combinado con el hecho de que en 2017, el 57% de las empresas de EE. UU. aumentaron el uso de la subcontratación en sus tareas principales, no es sorprendente que la externalización de software sea tan popular.
Sin embargo, la razón por la cual Estados Unidos se encuentra entre los principales países que optan por la externalización (siendo el comprador número uno, seguido por los países europeos) no es solo para reducir costos y ahorrar tiempo, sino por la escasez de desarrolladores de software en el país.
La razón principal y más urgente por la que las empresas en Estados Unidos buscan trabajar con desarrolladores latinoamericanos se debe a la escasez significativa de desarrolladores de software en el país. Este problema se ha ido gestando durante años. Según un estudio de Experis Engineer, los ingenieros de software son los puestos más difíciles de llenar en cualquier empresa.
Esto no se debe a que no haya personas que se gradúen en esta área, sino que muchos de ellos no están realmente calificados para realizar el trabajo requerido. Esta situación resulta alarmante, especialmente al compararla con el impacto que han tenido los desarrolladores latinoamericanos en el mundo del outsourcing y lo bien preparados que están actualmente.
Esta falta de desarrolladores calificados ha llevado a las empresas estadounidenses a buscar talento en la región más cercana: América Latina. Pero el problema no termina ahí. Además de la escasez de ingenieros de software y desarrolladores de aplicaciones móviles disponibles, los costos de contratación en EE. UU. son extremadamente altos, lo que pone a las empresas en una situación complicada.
Aunque no haremos un análisis profundo en este artículo, es importante destacar la diferencia significativa en los salarios entre desarrolladores de EE. UU. y América Latina. Las empresas en Estados Unidos prefieren trabajar con compañías cercanas en América Latina debido a que sus tarifas son mucho más bajas en comparación con las que cobran los desarrolladores en EE. UU.
Según un gráfico mostrado por Justin Backer, los desarrolladores de software en EE. UU. pueden cobrar entre 80 y 200 dólares por hora, dependiendo del tipo de desarrollador y la región del país. Al comparar estos precios con los de un ingeniero de software en América Latina, la diferencia es notable, lo que se convierte en un factor decisivo para muchas empresas estadounidenses.
Como hemos mencionado, la escasez de ingenieros de software en EE. UU. y los altos costos de contratación han llevado a muchas empresas a buscar talento en América Latina. Sin embargo, estas no son las únicas razones. Hay cinco factores principales que impulsan a las compañías de EE. UU. a externalizar sus procesos de desarrollo de software en la región:
Según el Informe de Experis Engineer de 2017, estos factores siguen siendo relevantes hoy en día, cuando la externalización de software está en su punto más alto.
Los desarrolladores latinoamericanos están bien calificados, ofrecen tarifas y costos competitivos, cuentan con un amplio grupo de talentos y son reconocidos por su calidad y eficiencia en el trabajo. Estos factores influyen directamente en las decisiones de las empresas estadounidenses al optar por outsourcing en esta región.
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