Al iniciar un proyecto de desarrollo de software, obviamente lo recomendable es que tengas a tu disposición un equipo o proveedor de software excepcional, pero no es lo único que garantiza un buen producto de software. Es necesario tener buenas prácticas de desarrollo de software para llevar el proyecto a cabo de manera eficiente y exitosa.
Las buenas prácticas de desarrollo de software tienen un impacto significativo en la calidad del software, ya que tiene que ver directamente con la creación del mismo. Es por eso que las buenas prácticas influyen en la reducción de errores, en el aumento de la eficiencia y de la productividad, así como en una mayor fiabilidad.
Además, al aplicar buenas prácticas de desarrollo, se está cuidando la seguridad del proyecto y de la plataforma que se está desarrollando y, al final, todo se traduce en el desarrollo de un software que ofrezca la mejor experiencia posible al usuario.
Hay muchas prácticas que pueden ayudar al desarrollo de software exitoso, aquí están algunas de las mejores prácticas:
La comunicación clara y efectiva entre los miembros del equipo de desarrollo, los interesados y los usuarios finales es fundamental para el éxito del proyecto. Es importante establecer canales de comunicación abiertos y establecer reuniones regulares para asegurarse de que todos estén en la misma página.
“Las comunicaciones tienen un papel vital que desempeñar en la forma en que un empleado se siente acerca de la empresa para la que trabaja. Las buenas comunicaciones pueden impulsar la atracción y retención de talentos, crear una cultura empresarial positiva, fomentar la lealtad, el compromiso y mejorar el desempeño”, aseveran en un artículo de Deloitte.
Un plan de proyecto detallado y realista es clave para el éxito del proyecto. La planificación debe incluir objetivos claros, hitos y plazos realistas.
Al tener las prioridades claras, estas pueden guiar una planificación efectiva, tanto en el área de desarrollo como en el área monetaria.
El diseño modular permite que el software se desarrolle en pequeñas piezas independientes, lo que facilita el mantenimiento y la actualización del software. El diseño modular también permite que los miembros del equipo trabajen en diferentes partes del software al mismo tiempo.
“La introducción de una estrategia de plataforma y módulo requiere una forma diferente de trabajar que reasigna responsabilidades dentro de la organización. El viaje de la orientación pura del proyecto a la responsabilidad de la plataforma y el módulo requiere definir varios roles nuevos y modificar los existentes”, comentaron en un artículo de McKinsey.
Las pruebas frecuentes durante el proceso de desarrollo pueden ayudar a detectar y corregir errores temprano en el ciclo de vida del software, lo que ahorra tiempo y dinero a largo plazo.
“Las pruebas unitarias ayudan a disminuir los defectos y a exponerlos temprano en el ciclo de vida de desarrollo, aumenta la legibilidad del código, habilita la reutilización del código y mejora la velocidad del despliegue”, agregan en Techtarget.
La integración continua es una práctica en la que los cambios en el código fuente se integran automáticamente en el repositorio central y se prueban de manera automática. Esto permite a los desarrolladores detectar y corregir problemas rápidamente.
La revisión de código por parte de otros miembros del equipo puede ayudar a detectar errores y mejorar la calidad del código.
La gestión de cambios es importante para rastrear y controlar los cambios en el código fuente y la documentación del proyecto.
De acuerdo con el portal Geeks for Geeks, esta gestión puede hacerse de la siguiente manera:
La documentación clara y detallada del software es esencial para que los usuarios finales comprendan y utilicen el software de manera efectiva.
La capacitación adecuada de los usuarios finales y los miembros del equipo de desarrollo puede ayudar a garantizar el éxito del proyecto y la satisfacción del cliente.
La mejora continua es importante para garantizar que el software siga siendo relevante y efectivo a lo largo del tiempo. El equipo de desarrollo debe seguir mejorando el software y abordar los problemas y oportunidades de mejora.
La implementación de buenas prácticas puede ayudar a garantizar que el software se entregue a tiempo y de acuerdo con las especificaciones del cliente. Esto puede mejorar la satisfacción del cliente y aumentar la probabilidad de que el cliente vuelva a hacer negocios con la empresa.
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