Cuando las compañías emprenden el desafío de crear un nuevo producto de software o mejorar el software que ya tienen, llega la siguiente disyuntiva: ¿contrato un desarrollador de software o un ingeniero de software? Son dos de los términos que se manejan en la industria tecnológica y, aunque pueden parecer sinónimos, hay ciertos detalles que diferencian un perfil de otro.
A ver, a grandes rasgos, ambos perfiles pueden hacer la misma clase de tareas en un proyecto de desarrollo de software. Cuentan con herramientas y habilidades similares, pero quizá cambia un poco el rol en el sitio de trabajo.
Por ejemplo, se espera que un ingeniero de software trabaje manejando equipos, sea un estratega y una persona analítica para determinar las necesidades de un software respecto a las demandas de los usuarios. Pero en el caso de un desarrollador de software, se espera que trabaje más enfocado a la parte de codificación, desarrollo y aplicaciones, en vez de trabajar manejando equipos.
Como el propio nombre lo indica, la labor de un desarrollador de software es crear diferentes clases de software, ya sean websites, aplicaciones web, aplicaciones móviles, o también software de manejo empresarial, bancario, de salud. Las posibilidades son infinitas.
Los desarrolladores de software suelen trabajar de forma más independiente y de forma directa con el cliente, teniendo un conocimiento muy amplio de lenguajes de programación y de sistemas para poder transformar lo que el cliente necesita en una solución de software real.
A nivel académico, los desarrolladores de software suelen tener especializaciones en ciertas tecnologías, herramientas y lenguajes de programación, que les permiten desempeñar su trabajo. Muchos se forman en bootcamps de codificación, donde salen entrenamos para trabajar en determinada tecnología.
Otro aspecto importante es que los desarrolladores de software suelen ser más flexibles al momento de trabajar, ya que admiten trabajar tanto de forma presencial, como de forma remota o bajo modalidad híbrida.
Además, debe saber:
El monitoreo constante del código es responsabilidad del desarrollador de software, ya que es quien está inmerso en el ciclo de desarrollo. Debe garantizar la calidad y consistencia del trabajo que se está haciendo, también estar pendiente de la entrega de avances y plazos del proyecto.
Primero que nada, un ingeniero de software aplica los principios de ingeniería al diseño, desarrollo, pruebas y mantenimiento de un software. Estos principios son:
- La capacidad de prueba y mantenibilidad de las funciones del programa, como lo explica un artículo de Computer Science.
- Procesos de diseño, verificación y aseguramiento de que todo está bien en el software.
- Estándares de integración externos claros y específicos.
En cuanto a la escolaridad, los ingenieros de software se forman a nivel universitario, en carreras de ciencias de Computación o Informática, o en cualquier programa que se centre en el software y la codificación. El tener un título universitario les abre muchas puertas en compañías que sí valoran este tipo de cualificación académica.
Un ingeniero de software se caracteriza por trabajar más en equipo, ya sea siendo parte de uno o dirigiéndolo. Además, la escala de resolución de problemas es muy amplia en un ingeniero de software, son muy sistemáticos y analíticos.
Mientras que un desarrollador se enfoca mayormente en asegurarse de que el código esté lo mejor posible, un ingeniero de software debe pensar a mayor escala, validando que el código sea de calidad pero también analizando las oportunidades de negocio que beneficien a la compañía.
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