Segundo a segundo la tecnología está cambiando y transformándose, por lo que las actualizaciones en esta industria son la constante. Puede ser que el website de tu e-commerce, el que recién implementaste hace dos años, hoy sea un poco obsoleto, por ejemplo. No te alarmes, ya que es normal debido a los avances tecnológicos. El paso a seguir es rediseñar el sitio web para que se ajuste a las necesidades que hoy en día tienen tus usuarios, potenciando la productividad de tu e-commerce y mejorando así su posicionamiento online.
La palabra “rediseño” puede dar miedo: ¿Significa que tienes que crear tu e-commerce desde cero? Pues no. Se trata de trabajar sobre la página web que ya existe, para darle una apariencia mejorada, agregando nuevas funcionalidades y haciendo ajustes que mejoren la experiencia de usuario según sus demandas actuales.
Lo más evidente es un refrescamiento del diseño del e-commerce, también implica aspectos como el mejoramiento de la estructura de los datos, potenciar el SEO, redireccionamientos 301 para las nuevas URL, nueva configuración del host, así como la planificación de nuevos contenidos/páginas, señalaron al respecto en un artículo del portal OuterBox.
Un rediseño no se trata de derrumbar de un día para otro todo lo que has trabajado. Antes de hacer algún cambio, tienes que aplicar ciertos pasos para determinar el estatus del website de tu e-commerce y verificar qué es lo que necesita ser ajustado.
Acá se trata de hacer una revisión exhaustiva del UX o experiencia de usuario en la plataforma de e-commerce. “Dependiendo de la complejidad de un proyecto y sus tareas, una auditoría puede incluir entrevistas con las partes interesadas, análisis de datos analíticos y mapas de clics. También analizamos ejemplos exitosos de sitios web de comercio electrónico y observamos lo que podemos poner en práctica”, explicaron al respecto en el portal Agente Studio.
Una vez que tienes certeza del estado del sitio web del e-commerce, ahora llega la etapa de investigación de UX para ver cómo puedes mejorar la experiencia de tus usuarios o clientes. Se trata de ver los puntos más débiles de tu plataforma e investigar la manera de cómo solventarlos.
Acá se trata de crear una representación gráfica de lo que será la página web del e-commerce, con todas las funcionalidades y ajustes propuestos en las etapas anteriores.
Comienza entonces la etapa del rediseño del sitio web del e-commerce, aplicando toda la data y estructuras trabajadas en las etapas anteriores. Una vez terminada la etapa del diseño, entonces comienza el desarrollo del software y la implementación de los cambios. Siempre es importante aplicar pruebas a estos cambios, para verificar que todo funcione correctamente.
Algo que debes tener muy en cuenta es que, cuando hablamos de plataformas de e-commerce, el diseño no lo es todo. Un rediseño tiene que tener un propósito, debe estar guiado por los objetivos de negocio de la compañía, también debe ser funcional.
“Concéntrate en realizar mejoras graduales en tu sitio web, que estén respaldadas por información de tus análisis y de la investigación de tus clientes. Utiliza pruebas A/B para identificar los cambios que se implementarán”, recomendaron en un artículo del portal BigCommerce.
Entre las mejores decisiones, está aplicar un rediseño “evolutivo”, que se basa en aplicar cambios graduales que poco a poco vayan aumentando la experiencia de los usuarios.
Si todavía no sabes si debes rediseñar la página web de tu e-commerce, hay algunas pistas que pueden indicar que tu plataforma necesita un refrescamiento.