Al momento en que necesitamos una solución de software para nuestra empresa, usualmente podemos escoger entre dos vías para conseguir lo que necesitamos; software prefabricado o software a la medida.
A primera primera instancia, puede parecer una mejor idea utilizar un software ya pre-fabricado e incluso en algunos casos lo es, sin embargo todos los negocios son diferentes y cada uno tiene sus necesidades especiales, por lo que las soluciones ya pre-fabricadas en muchas ocasiones significa adaptar la empresa al software y no el software a la empresa.
Los procesos dentro de tu empresa son únicos, con un software a la medida el software se adapta a tus procesos. Con un software pre-fabricado es tu empresa quien debe adecuarse al software.
¿Realmente lo necesito?
¿Por qué lo necesito?
¿Cubre mis necesidades?
¿Está dentro de mis rangos de presupuesto?
¿Es flexible?
Una vez puedas dar respuesta a estas preguntas puedes definir cual realmente es tu necesidad de software. Un software desarrollado a la medida le permite a la empresa participar en el proceso y adecuación de cada una de sus funcionalidades, por lo cual la empresa puede tener el dominio total del software.
En Rootstack, lo primero que siempre le recomendamos a nuestros posibles clientes es pasar por una fase de consultoría, estas son variar reuniones que se realizan entre la empresa y nuestro equipo técnico con la finalidad de analizar cada proceso, crearlos o darles formas a los mismos, para luego de tener esto definido poder pasar al diseño teniendo todas las bases del proyecto claras y de esta forma nuestros clientes puedan validar que el software a la medida que están desarrollando está apegado a cada una de las actividades que se realizan dentro de la empresa.